miércoles, 8 de julio de 2020

Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en Campañas Políticas – La Imprenta


Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) tienen un concepto dinámico que se encuentra en constante evolución, la Enciclopedia de Comunicación Política define a las TIC como cualquier tipo de tecnología que puede permitir el almacenamiento, procesamiento, recuperación y distribución de información, ya sean estos por medios impresos (periódicos, revistas) por medio de aparatos analógicos (Teléfono, Radio, Televisión) o por medio de aparatos  digitales (PC, Smartphones).  

Desde la invención de la Imprenta, cada nuevo adelanto tecnológico se ha incorporado en la sociedad y su utilización ha generado un importante cambio en todas las facetas de la vida cotidiana, así como en el desenvolvimiento de las instituciones imperantes de cada época (entre los siglos XV y XVIII fueron la Iglesia Católica y las Monarquías Absolutas)

Dada la creciente importancia de las TIC, se modificaron no sólo los procesos productivo y comercial, sino también el económico, el social y por supuesto el político.  Con las TIC se han suscitado importantes cambios respecto de los métodos tradicionales de movilización de la opinión pública y de la actuación de los medios de comunicación en campañas políticas.

La irrupción de la Imprenta supuso una gran revolución,  a partir de su invención los libros podían copiarse con una rapidez nunca antes vista y su impacto fue incalculable

Hasta 1450 los conocimientos se transmitían mediante manuscritos elaborados por monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares se hacía por encargo del propio Clero o de Reyes, con la invención de la Imprenta el proceso de copiado se aceleró y en cuestión de unos pocos años los escritos abarcaron un público enorme gracias a la difusión de conocimientos y el abaratamiento de los costes de producción.

Así pues, los monjes eran hasta el siglo XV las únicas fuentes escritas de peso en la sociedad. El Feudalismo otorgaba el papel de reproducción y difusión de conocimientos a la Iglesia Católica, por lo que también aceptaba que esta  marcara la agenda de los temas de los que se podía hablar y los que quedaban relegados al olvido.
Miles de monjes repartidos por monasterios en toda Europa se dedicaban a copiar unos miles de libros muy caros e inaccesibles a la población. Con la invención de Johannes Gutenberg (alrededor de 1453) el trabajo de copista se amplió y a inicios del siglo XVI los aprox. 800 impresores europeos podían imprimir unos 25,000 libros al año.



Con el invento de Gutenberg fue posible imprimir muchas copias del mismo texto rápidamente (para ese entonces). Y el libro que Gutenberg eligió para iniciar su producción en serie fue la Biblia. Según la Biblioteca Británica, en la actualidad existen 48 copias de la Biblia de Gutenberg, aunque no todas están completas, de algunas solo quedan fragmentos. (imagen de la Biblioteca Publica de Nueva York)




La rápida difusión de la Imprenta, modifico radicalmente la magnitud y la velocidad de la difusión de las ideas, lo cual suscito las preocupaciones eclesiásticas, que se expresaron no solo en prohibiciones individuales de textos considerados heréticos sino en la progresiva institución de la censura previa (la exigencia del Imprimatur), primero localmente y desde 1487 en forma general por la bula papal impuesta por el Papa Inocencio VIII

Es en ese contexto que se da la Reforma Protestante, el cual fue un movimiento religioso cristiano iniciado en Alemania en el siglo XVI por Martín Lutero, que llevó a un cisma de la Iglesia Católica para dar origen a numerosas iglesias agrupadas bajo la denominación de Protestantismo. Lutero se reveló contra la Iglesia Católica con la redacción de 95 tesis en las que criticaba la venta de indulgencias a los feligreses a cambio de la salvación divina, una práctica llevada a cabo por Roma para sufragar los gastos de la institución. Un número estimado de 300.000 copias de los trabajos del fraile entraron en circulación entre 1517 y 1520 y se publicaron alrededor de 3.700 ediciones durante los últimos 30 años de su vida. Gracias a la Imprenta, su disputa con Roma tuvo consecuencias inesperadas y de gran alcance. "La Reforma fue la primera campaña mediática exitosa de la historia".

Las prohibiciones individuales y las reiteraciones de la obligación de someter previamente todas las obras a la censura eclesiástica se repitieron con todos los pontífices sucesivos hasta que en 1541 el Papa Paulo III decreto en otra bula la reorganización de la Inquisición.

En 1559 Paulo IV público el primer Index Librorum Prohibitorum, en esa lista Nicolás Maquiavelo (considerado el padre del pensamiento político moderno) aparecía entre los autores de la primera clase, es decir, entre los condenados en bloque y sin atenuantes, con una condena tan general que se extendía no solo al editor sino a todos los libros que este publicara después del condenado.
Portada del libro "El Principe" de Nicolas Maquiavelo del año 1550  antes que saliera el primer Index Librorum Prohibituorum (Imagen tomada de la Biblioteca Nacional Central - Firenze - IT- FI0098)



En el siglo XVII el Absolutismo estimulo el pensamiento revolucionario sobre la Libertad. Este fue el caso en Inglaterra con la era de represión, rebelión y guerra civil por lo que hubo una tremenda efusión de panfletos y tratados políticos. Siendo el más influyente de aquella época John Locke y su Tratado sobre el Gobierno Civil.

Expresó la opinión radical de que el gobierno está moralmente obligado a servir a las personas, es decir, protegiendo la vida, la libertad y la propiedad. Explicó el principio de controles y equilibrios para limitar el poder del gobierno. Favoreció un gobierno representativo y un Estado de Derecho. Denunció la tiranía. Insistió en que cuando el gobierno viola los derechos individuales, las personas pueden rebelarse legítimamente.

Estos puntos de vista se desarrollaron plenamente en su famoso “Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil” y fueron tan radicales que nunca se atrevió a firmar con su nombre reconociendo su autoría solo en su testamento. Así pues, el poder establecido celoso por su propia conservación, impedía cualquier muestra de disensión entre sus habitantes. Los autores debían refugiarse en pseudónimos e imprimir y difundir sus ideas de manera discreta y clandestina.

Los escritos de Locke hicieron mucho para inspirar los ideales libertarios de la Revolución Americana como fueron la redacción de una Constitución por hombres como Benjamín Franklin y Thomas Jefferson.

Esto, a su vez, estableció un ejemplo que inspiró a personas de toda Europa, América Latina y Asia. Su influencia también fue decisiva para pensadores como Montesquieu y Voltaire, los que siempre vieron en la obra de John Locke y el sistema político inglés un digno ejemplo a seguir. El propio Rousseau desde una posición claramente contraria a la burguesía también recibió sus influencias. Gracias a estos tratados se declararon los Derechos Civiles.

En el siglo XVIII La Revolución Francesa favoreció la expansión de la Prensa y se convierte en el primer medio de comunicación de masas, motivando la creación de numerosos periódicos, revistas, boletines, panfletos y folletos.

A pesar de que más del 70 % de los europeos eran analfabetos, Francia de la era revolucionaria estaba inundada de panfletos que pedían una revuelta. Las caricaturas satíricas que representaban los acontecimientos actuales y se burlaban de las clases dominantes llegaron a ser de vital importancia para compartir noticias del día, y provocar el apoyo de la causa revolucionaria.

Uno de los principales exponentes fue James Gillray considerado el padre de la caricatura política, un caricaturista y grabador británico, famoso por sus sátiras políticas y sociales, publicados principalmente entre 1792 y 1810. Entre sus caricaturas más recordadas están las dedicadas a Jorge III y a Napoleón I (En el exilio en Elba, Napoleón dijo que las representaciones de Gillray sobre él le causaron más daño que una docena de generales). Los excesos de la Revolución Francesa lo hicieron conservador y publicó caricatura tras caricatura en las que ridiculizaba a los franceses y a Napoleón.
«Libertad Francesa – Esclavitud Britanica» dibujado por James Gillray a 3 años de la toma de La Bastilla (julio, 1789), durante el juicio a Luis XVI (diciembre, 1792). Gillray emplea aquí las imágenes del consumo para contrastar las realidades políticas que gobernaban Francia y Gran Bretaña a fines de 1792 (imagen tomada del Catalogue of Political and Personal Satires Preserved in the Department of Prints and Drawings in the British Museum)

En general, la Prensa fue escrita por y para intelectuales, defendiendo filosofías ilustradas de libertad e igualdad, llamando a la rebelión contra la Monarquía y la aristocracia feudal que gobernaba la nación.

Pero también fue la oportunidad para difundir ideas populistas y violentas para lograr amplios beneficios económicos, fue el caso de una de las publicaciones más influyentes de la época, el periódico “L'Ami du peuple” (El Amigo del Pueblo) editado por Jean Paul Marat quien es considerado como uno de los más radicales revolucionarios franceses, con ideas muy avanzadas pero demagógicas que calaron en los más pobres de la capital francesa. Este grupo de desposeídos siguieron sus incendiarias proclamas y manifiestos y tomaban como base las acusaciones que Marat hacía para detener y ajusticiar a los aristocratas que eran citados en su periódico. Hubo un tiempo en el que salir nombrado en “El amigo del Pueblo” era una segura condena a muerte.

Marat murió asesinado por Carlotte Corday, joven aristócrata que pretendía con la muerte del principal acusador, parar el baño de sangre en el que se consumía Francia. Pero la muerte de Marat no supone el fin de este tipo de periodismo agresivo y populista. Por lo que Marat puede ser considerado el padre de la Prensa Sensacionalista actual

Así pues, la Imprenta supuso la revolución más importante en contra de los poderes absolutos (Monarquías e Iglesia) ya que contribuyo a la difusión del conocimiento, algo que estos poderes guardaron para sí mismos durante los diez siglos que duró la Edad Media. La Imprenta hizo que la Iglesia Católica tuviera menos influencia sobre el saber y se sigue utilizando en todo el mundo para poner en tela de juicio (y en ocasiones derrocar) el poder de Estados autoritarios.

Bibliografia:

Ballinas Valdés, Cristopher. 2011. Participación política y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.  México : Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Cazorla Pérez, José. 2008 Manual de Introducción a la Ciencia Política. Granada: Fundación Núcleo de ESCO

Farrerons Vidal, Oscar y Olmedo Torre, Noelia 2016. Las TIC y la Ingeniería Gráfica. España: Universidad Politécnica de Cataluña

Jaramillo, Oscar. 1986. “Las nuevas tecnologías de la información y el ejercicio profesional”, Memorias del V Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social, Bogotá: FELAFACS

Lin, Yang 2008. Information Technology in Politics. In: Encyclopedia of Political Communication Volumen I. London: Lynda Lee Kaid y Christina Holtbacha (eds.) Sage Publication

Mastrangelo, Stella. 1990. Acerca de la Bibliografía de Nicolás Maquiavelo en la Biblioteca Nacional de México. México: UNAM

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